martes, 23 de octubre de 2007

Comida de martes

Como cada martes, ha habido expedición. Hemos ido a Casa Martín, que hacía tiempo que no íbamos. Jorge, Pacoga, Pablete y yo. Mesa para cuatro, debajo de la tele. Todos sopa menos Pacoga, que ha pedido consomé porque es vegetariano y cree que los fideos son de bacon. De segundo, pues unos carne, otros pescao, y Pablo se ha pedido un plato de all-i-oli (ajo-aceite) y se lo ha comido con pan.

Mientras esperábamos el postre, hemos llevado a cabo una actividad profundamente cultural: hemos intentado matar un mosquito que no podía volar y deambulaba por la mesa, cada uno con un palillo. Lo hemos dejado moribundo hasta que finalmente Pablete lo ha matado sin querer: ha dejado encima de él la panera creyendo que tenía la base cóncava. Craso error: la panera era plana y el mosquito ha fallecido en el acto. Mientras tanto, en la mesa de al lado hablaban de la historia de los Balcanes. ¡Cuánta cultura junta!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Je, je. Me estoy imaginando dentro de poco a millones de internautas intrigados, haciéndose preguntas como: ¿quién será ese Pablete, azote de los mosquitos? Surgirán cientos de teorías sobre el origen de "ga" en Pacoga, se discutirá en todos los foros sobre si realmente Jorge es sobrino de Juan Antonio, y se cruzarán apuestas sobre el final de la historia botijera de Paco Sánchez.

Anónimo dijo...

Lo reconozco, he sido yo (o mi palillo, según se mire). Soy un miserable. He privado de una larga vida de picotazos y revoloteos nocturnos cojoneros a un pobre e indefenso animalito, que sólo quería hacer amiguitos nuevos...y la cosa es que al principio parecía que se lo estaba pasando bien con nosotros, pero no contaba con que se enfrentaba a cuatro campeones en el arte de los dardos y las dianas (bueno, yo sólo suelo mirar, pero parece que tb se coje puntería), y la mala suerte se ha cebado con nuestro nuevo y breve amiguito. Uno de los palillos lo ha alcanzado, dejándolo 'medio moribundo'.
Pero lo más cruel estaba por llegar...¿desde cuando una panera tiene la base plana??? Los del bar son tontos del culo, no ven que de esa forma cabe más pan?!?!?!. Pensad en todas las paneras que servirán al día...madre mía, que tontacos, seguro que las cuentas no les cuadran, y no sabrán por qué...
Bueno, volviendo al asesinato...he de confesar que no me arrepiento, es más, creo que me puedo convertir en un asesinaco en serie, así que...no me ofrezcáis nunca un palillaco...por si las moscas (jejeje)

paco dijo...

Sssshhhh, un poquico de respeto con lo del botijo no era plenamente consciente de mis actos en el momento en que os conté aquella historieta...

Anónimo dijo...

No, si yo me refería a lo del "mecanismo del botijo" que intentaste explicarnos (con escaso éxito, por cierto) en el garito aquél por la noche.
Pero me imagino que eso será relatado por el güemmatter en una próxima entrega...

Anónimo dijo...

El botijo es un instrumento técnico cuasi-perfecto. Data su invención de épocas remotas, épocas neolíticas, donde el genio creativo humano ya estaba conformado como en la actualidad. Tenía, y tiene, el botijo la función de refrescar agua hasta un punto de temperatura agradable al paladar y la garganta, aproximadamente a doce grados centígrados. Curiosamente su poder refrigerante es mayor cuanto más calor hace en el ambiente en el que se encuentra. Consiste el mecanismo del botijo en que el aire lo acaricie llevándose la humedad que lo envuelve. El barro poroso que lo constituye permite la reposición del robo amablemente, y el agua lamina el cuerpo del pipo para que la brisa continúe su despaciosa tarea. Se dice que el barro suda. Refrigeración evaporativa le llaman a esto los hombres de ciencia.